Como era de esperar, la información sobre los futuros cambios llegaron a la prensa. Como siempre, el Canarias7 aprovecha los sentimientos encontrados de los docentes para aumentar el porcentaje de entradas en su portal... bueno... me imagino que ilegal no será, y allí cada uno dio rienda suelta a su palabra.
No imaginé la convulsión de comentarios que se podrían publicar pero asombra como en un medio tan rápido y cómodo, a todos se nos suelta la lengua, reclamamos, exponemos y exigimos... mientras que a la hora de la verdad, pocos y escasos levantan una mano para conseguir lo justo.
¿Qué es lo justo? Justo: adj. Que obra según justicia y razón. U. t. c. s. Justicia: Derecho, razón, equidad.
Queda claro que es un concepto abstracto y que difiere según quien la mire. Pero creo, bajo mi opinión, que todos nos movemos por las mismas líneas.
Yo no sé como era vivir en la época de Franco pues demasiado joven soy, pero mis conocimientos me dicen que no era una época con demasiada justicia. Yo no sufrí el exterminio nazi pero sé que aquello fue una tremenda injusticia. Yo nunca he sufrido un robo pero es injusto que alguien te quite lo que es tuyo ¿verdad?
Cuando hablamos del sistema educativo hay muchos conceptos equivocados, mejor dicho, existen situaciones mal entendidas. Un ejemplo: cuando un interino/sustituto ocupa una plaza, no quiere decir que sea dueño de esa plaza aunque, imagino, que soñará con ello. Cuando un sustituto/sustituto ocupa una clase, sabe de antemano que su labor tiene fecha de caducidad, hasta la incorporación del que sustituye. Pero no por ello, deja de aspirar a poseer la plaza.
Los sueños, no son sinónimo de realidad. Las aspiraciones, no son sinónimo de realidad. Por lo tanto ni uno ni otro son dueños de NADA.
Por ello, un interino con 20 años de antigüedad no está por encima de un recién licenciado, ni un diplomado en magisterio posee mejor formación que un veterano de las sustituciones.
Lo siento chicos, pero los dos están en igualdad de condiciones pues ambos no tienen NADA. Hay que luchar por ello, pasando por el único trámite que existe actualemente, el sistema de acceso al cuerpo de maestros. Es decir, las terribles, injustas y agotadoras oposiciones, aunque tanto unos como otros debieramos EXIGIR justicia, y ésta DEBIERA aparecer.
Si un docente se presenta y otro no ¿quiere decir esto, que uno es mejor que el otro? Sí, ya que éste está demostrando capacidad de sacrificio y esfuerzo que el otro carece (aunque sea por el momento).
Si un docente saca un 7 de nota global y otro docente saca un 5 de nota global ¿quiere decir esto, que uno es mejor que el otro? Sí, pues uno posee más recursos (que no más capacidad) que el otro para resolver con éxito el examen.
Otro historia es, como funciona ese sistema de acceso al cuerpo de maestros. Un sistema, que bajo mi punto de vista, se ha quedado obsoleto, se ha corrompido, está lleno de irregularidades que faltan a su origen: otorgar y recompensar los esfuerzos y conocimientos de aquel que se presenta.
Si un docente responde adecuadamente a una pregunta de examen y otro docente la deja en blanco, es básico entender que el primero sumará puntos y el segundo no. Eso se llama JUSTICIA.
Si un docente responde adecuadamente a una pregunta de examen teniendo 25 años y otro docente la deja en blanco, con unos 45 años, no es comprensible que al primero no se le sume puntos y al segundo sí. Eso se llama INJUSTICIA.
No señores, no se lleven las manos a la cabeza, no es ninguna mentira ni falacia. Es la realidad que promueven muchos integrantes de tribunales de oposiciones, que no han entendido que un sistema de acceso al empleo público lo que pretende es otorgar justicia. ¿Si no? ¿para qué convocar oposiciones?
Ahí está el centro del problema. Un sistema que ha dejado de buscar la verdad por otorgar influencias. Un sistema que no busca a los mejores sino a los amigos. Un sistema que no respeta las leyes pero sí respeta la veteranía. Un sistema que sólo favorece a aquellos que nacieron sabiendo, con arrugas y canas, aquellos que han olvidado que fueron jóvenes.
No me invento nada, no exagero en nada.
Imagínese que su boleto de la lotería ha sido premiado, usted tiene todos los números, esos números que usted ha colocado, ha elegido y sabe que los ha puesto, y al ir a buscar su recompensa le dicen:
- lo siento, no puedo darle el dinero porque usted tiene trabajo
- porque tiene mujer
- porque si tiene dinero para tener un coche este dinero no le hace falta
- tranquilo otro año le volverá a tocar
- lo sentimos pero a los mayores de 45 años no entregamos premios
- ufff va a ser que se ha producido cambios en el proceso y, lo siento, sus números no tienen validez
- ayyy sus números se han perdido (cuando usted sabe que no es cierto)
¿Usted aceptaría esas excusas? ¿observa justicia?
Pues un opositor tampoco.
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