jueves, 26 de marzo de 2015

En la clase hay un problema, busquemos la solución

(fuente: arrabali.blogspot.com)
En esta nueva incursión educativa pensar que no surgirían problemas es completamente irreal pero soy de las que pienso que es cierto que LOS PROBLEMAS NUNCA SE ACABAN, PERO LAS SOLUCIONES TAMPOCO.

Y en esta ocasión no iba a ser de otra manera, aunque debo decirles que en ninguna de las ocasiones he sido yo la que se parte la cabeza para encontrar una solución.

Si los/as niño/as son los que crean el problema, que sean ellos los encargados de buscar la solución. les pongo en situación:

Por medio de la observación y el registro sistemático de anotaciones, me estaba dando cuenta de que muchos niños/as estaban dejando tareas sin hacer justificando su actuación con que se habían olvidado del libro, de la libreta, de la agenda, etc. en el aula. Lo que conlleva no seguir el ritmo de la clase, descentrarse y tener tiempo para las conductas disruptivas. Tal era mi preocupación que les hice partícipe de ella, les dije que tenía un problema y que necesitaba una solución. 

Usando un vocabulario ausente de recriminaciones, vejaciones, comentarios irónicos o con dobles sentidos, les pedí que pensaran en como ayudar a esos compañeros que tenían problemas y di turno de palabra a cada uno de aquellos que quisieron buscar una solución. Fui anotando todo lo que se les iba ocurriendo y no eran malas ideas, aunque muy centradas en mi papel de supervisora, vigilante, inquisidora... y esas no me gustaban demasiado. 
Tras explicarles que hay un problema de números, que ellos son 22 y yo, una sola. Entendieron que había que buscar soluciones en donde los protagonistas fueran ellos. Y así fue. Encontramos una y la estamos poniendo en práctica... y parece que funciona.

Apostando porque los niños sean protagonistas de su aprendizaje, que asuman un papel activo y que se les trate como son: niños pero con capacidad para decidir por sí mismos (aunque con limitaciones, no lo niego). Vuelvo a plantear otros nuevos problemas. Esta vez centrado en las dinámicas de golpes y enfrentamientos que se plantean en el recreo día, sí y día, también. 
Y me vuelvo a sorprender ante la batería de soluciones que fui apuntando en la pizarra, dando voz a todos, insistiendo en aquellos que son más protagonistas, desechando aquellas en la que los adultos sean reguladores de conductas y dejando la puerta abierta a otra sesión para decidir qué medidas comenzamos a tomar desde el lunes.

Un escuela en donde no solo se aprende conceptos curriculares, requiere de sesiones dedicadas para esto, hablar, debatir, pensar, reflexionar, expresarse de forma oral, escrita (me hubiera gustado tener tiempo para que lo hubieran escrito ellos, pero es inviable en la actualidad), etc.. Tengo que dejar de seguir el libro para poder educar con toda la globalidad que conlleva esta palabra.

Colegios sin libros, ya!!

jueves, 19 de marzo de 2015

Lo duro de un proceso de oposiciones


(fuente: olahjl2.tumblr.com)

Aquel que ha pasado por unas sabe que hay que dedicarle horas, que hay que ser organizado y sistemático, que hay que priorizar y posponer recompensas, eludir el ocio, enclaustrarse, alejarse del bullicio y estar en un constante viaje interno, en donde lidiar con todos esos metamensajes que invaden nuestra mente mientras estudiamos.

Es duro lidiar con uno mismo, es duro intentar ver el lado positivo de una situación que no lo es. Es duro sentir que dejas de vivir o vives a medias porque quieres llegar a esa meta que te has marcado. Y no eres de los que no lo intentan, una, dos, tres veces...

Es duro y se asume, se intenta racionalizar todo lo posible y comprender. Se intenta dar ánimos ante las horas de estudio, ante las horas delante del ordenador, ante madrugar fin de semana tras fin de semana para estudiar, ante el  estrés en el trabajo para poder hacer todo lo posible en tu horario y así no llevarte nada (o lo menos posible) de trabajo a casa y tener tiempo para estudiar, revisar el plan de trabajo, releer la AC y volver a buscar la normativa porque con la LOMCE, tienes que volver a cambiarlo.

Es duro y se entiende. Lo que no se entiende es todo lo demás. Lo que cuesta digerir es todo lo demás.
- Saber que no es un sistema justo que abogue por la igualdad de condiciones, por la equidad.
- Saber que, a pesar de todo, es un sistema completamente subjetivo
- Saber que los tribunales están compuestos por profesionales que llevan una idea preconcebida
- Saber que a pesar de los esfuerzos, tal vez no sirva de nada.

Es duro cuando sabes de decenas de situaciones que se viven en las oposiciones, situaciones que te resultan absurdas, impensables, irreales, pero que ha sucedido porque lo has visto, lo has oído, te lo ha contado una persona de total confianza.

- Como un presidente de tribunal decir que no iba aprobar (dar plaza) a nadie joven, porque él no entendía que gente mayor se quedara fuera del sistema (cosa que sucedió, ningún aspirante de menos de 50 consiguió plaza)
- A opositores presentarse con un solo tema estudiado, y que fuera ese el que saliera
- A opositores presentar trabajos de otras personas
- A opositores ir acompañados de sus madres (maestras) y saludar a los componentes del tribunal
- A presidentes de tribunal hacer acuerdos con opositores
- A opositores estar seguros de que van a conseguir plaza porque tienen un familiar trabajando en la Consejería
- A tribunales puntuar una cosa y otro tribunal, hacer todo lo contrario
- A tribunales justificar su actuación porque les han dado indicaciones
- A tribunales no enseñar un examen en periodo de reclamaciones
- A tribunales, en vez de preguntar cosas del plan de trabajo hacerlo sobre la colonia que llevas puesta
- A tribunales, antes de empezar tu defensa, preguntar si estás trabajando o no
- A tribunales, preguntar la edad en la defensa
- A componentes de tribunales, resultarle durísimo el trago de decidir el destino de una persona
- A componentes de tribunales, que solo les interesa la paga que conlleva estar allí
- A componentes de tribunales, reírse de los opositores

Eso es lo duro, lidiar con todas esas cosas que saben que existen , que pasan, que han sucedido y que pueden volver a repetirse en la siguiente convocatoria.

Lo duro no es estudiar, lo duro es no saber que pasará con todo tu esfuerzo.

jueves, 12 de marzo de 2015

Recursos externos, hay que exigirles que se involucren

(fuente: www.miutopia.com)

Ya está bien de que el profesor sea el único representante y responsable de la educación del alumno. Ya está bien de encerrarnos entre las rejas del centro escolar. Ya está bien de no mirar más allá de la rotonda más cercana. Es el momento de que el círculo de experiencias educativas vaya más allá de las planteadas en el colegio e involucremos a otros agentes externos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. 

Muchos me dirán que eso se hace, que estoy escribiendo sobre un tema como si existiera alguna polémica sobre ella y, desde mi punto de vista, lo hay. Lo hay cuando solo podemos plantearnos una actividad complementaria por trimestre por el coste que supone desarrollarla. Cuando los precios que se ofrecen para según que actividades, son inalcanzables en esta época de crisis. Cuando queriendo plantear una actividad diferente (un docente osado) y externa, no sabe a quién o a dónde acudir para que le informen de actividades GRATUITAS y de CALIDAD.

¿Qué pasa con los recursos externos? ¿Qué pasa con las distintas entidades estatales o locales que nos rodean? ¿Qué pasa con las diversas y amplias fundaciones/asociaciones/agrupaciones que existen en nuestra comunidad? ¿Dónde está su papel en la enseñanza? ¿Por qué no se les exige una involucración? 

No pretendo que las actividades complementarias sustituyan cualquier planificación educativa (llámese unidad didáctica o situación de aprendizaje), lo que busco es que acerquemos un poco más a todos esos profesionales que, siendo en ocasiones especializados en su materia, pueden ayudarnos a la hora de acercar un interés a nuestro alumnado, desde la profesionalidad, la motivación, la pasión.

No es lo mismo que un docente explique en qué consiste un viaje espacial a que un astronauta cuente su vivencia, sepa responder las preguntas de los más curiosos, transmita sus emociones, les atrape con sus conocimientos. Y quién dice viaje espacial dice cultura canaria, tradiciones, animación a la lectura, educación en valores, educación emocional, biología, astrofísica, arte, música, danza... y un largo etcétera.

Abramos las puertas de la mente y de nuestro centro. Atrevámonos a buscar opciones alternativas, pensemos en actividades diferentes pero que nos enriquezcan, osemos a intentarlo y tal vez errar en el camino. Planifiquemos con antelación, seamos preguntones, pidamos sin miedo, apliquemos nosotros también nuestras competencias y consigamos un acuerdo.

No pretendo que el docente se quede de brazos cruzados, tranquilos eso nunca suele pasar. Pero permitamos también que disfruten de los momentos de distensión, de esos momentos de descubrimiento en conjunto, de esos recuerdos de risas.

Porque como dice el proverbio africano "hace falta una tribu entera para educar a un niño".

jueves, 5 de marzo de 2015

Carnaval, te quiero

Se acabó el Carnaval pero siempre viene bien compartir lo que uno ha hecho para coger recortes para el año que viene jajaja. Seamos sinceros, cada año se nos acaban las ideas y nos lanzamos en picado a Dios Google con la esperanza de encontrar algo diferente, sencillo y que sea divertido para hacer en esos días festivos. 
En mi caso me atreví con dos actividades, ni muy desconocidas, ni muy descabelladas.

La primera fuera desarrollar un taller de maquillaje en la clase. La idea original era que ellos se pintaran siguiendo unos modelos que elaboré gracias a la ayuda de los pictogramas de ARASAAC y la inspiración de Dios Google. Esquemáticos y sencillos de elaborar, lo que no sabía es que el taller se extendería a nivel de centro y ya la cosa se desmadró un poco.

 


Mi idea era que ellos mismos se pintaran. Tuvieran a mano todos los recursos necesarios, en grupos de cuatro, con un espejo, una caja de pinturas y sus ganas de pasarlo bien, les permitieran ponerse en la piel de un/a maquillador/a por un día.
Observaciones:
- tener todo el material necesario
- prestar ateción a niños/as alérgicos
- extender crema hidratante antes de la sesión
- controlar el tiempo y posibles disputas (que seguro surgirán)

En el taller que realicé al final, preferí ser la encargada de maquillar a los/as niños/as aunque les dejé una fotocopia de la cara del niño sin maquillaje para que pudieran ser lo más creativos que pudieran.

Para todos esos días de descanso que tuvimos, pretendí una actividad para hacer en casa, con toda la creatividad posible pero sobretodo con la colaboración de la FAMILIA (entendiéndose por todas aquellas estructuras habidas y por haber). Con unas pequeñas orientaciones y todo el tiempo del mundo (cinco días dan para mucho) este fue el resultado.


(propiedad de vivenciaespeciales.blogspot.com)
Algunas muy originales, otras para salir del paso y otras en donde la mano de los adultos está completamente patente. Lo importante no era el resultado sino el PROCESO. Descubrir quién compartió tiempo con la familia, quién fue ingenioso, quién busco y rebuscó, quién fue atrevido, quién remolón... Lo importante era darles más experiencias de vida.