jueves, 19 de junio de 2014

Despedida y cierre... hasta septiembre

(fuente: elarboldorado.com)

Se acaba el curso escolar 2013-2014. Los niños se marchan a sus casas y nosotros nos quedamos ultimando papeleo y más papeleo, pero como siempre me gusta hacer balance de lo vivido, de lo visto, de lo sentido.

Creo que nunca desaparecerán los nervios de los primeros días ante lo desconocido que poco a poco muta en trabajo organizado a partir de la lectura de informes y documentos. Con ideas y objetivos que voy convirtiendo en hechos por medio de actividades o de situaciones de aprendizaje. Y en ese camino del día a día voy poniendo en practica ese dicho que dice: ver, oír y callar, pues no hay modo más sencillo de conocer a un centro escolar, por medio de lo que otros dicen y hacen. Hay quien cree que el perfil de un centro lo determinan el tipo de alumnado que tiene pero mi experiencia me dice que son el tipo de profesores el que lo hace. 

Cada día he intentado ser fiel a mi concepto de educación, cada día he intentado ofrecer una buena atención educativa, me he esforzado en crear un clima de confianza en mi aula, he intentado alcanzar los objetivos propuestos, y no solo los curriculares. En este tiempo he leído, investigado, aprendido, le he echado horas de trabajo (dentro y fuera del centro), me he implicado y he hecho lo mejor que creía para el beneficio de mis alumnos. Y mi conciencia está muy tranquila. 

No he dejado escurrir el bulto, "he ido a trabajar" y, aunque a veces a sido agotador, he disfrutado.

¿Podría hacerlo mejor? Seguro que sí pero, en estas circunstancias, me siento orgullosa.

Otro año que añado a mi experiencia profesional y otro año más que me sorprendo con una larga lista de ideas para próximos cursos, ojalá pueda ponerlas en marcha.

Y ese ha sido mi balance, no ha sido fácil pero he seguido adelante. En ocasiones, no ha sido agradable, pero he intentado ser fiel a mis ideales. Y en ocasiones, ese es tu único consuelo, eso y las sonrisas de los enanos, los avances vistos, la relación creada.

Ahora empieza el descanso y dejar en la recámara entradas y más entradas.

¡FELIZ VERANO!

martes, 10 de junio de 2014

Detalles de fiesta III

Con el fin del curso a la vuelta de la esquina, y con todo el papeleo que ello conlleva, les dejo las cositas que hemos hecho en este tercer trimestre. Como siempre, todo se puede mejorar y adaptar a nuestros alumnos.

Para el día del libro, un marcador-flor. Sí, intentamos una idea con la rosa pero mutó en un corazón y quedó así de mono.

Para el día de Canarias, hicimos por un lado una decoración para el pasillo (de mi mano y con muchas buenas intenciones)

 Vestidos tradicionales de Gran Canaria y Tenerife (un poco para evitar esos 'piques') y unas pintaderas canarias (tomadas del Museo Canario como fuente)

Y por otro lado, detalles con los niños, un poco más loco, un poco más a la aventura. Primero guirnalda de banderas canarias. La blanca hecha con plastilina extendida, la azul con pintura de dedos y la amarilla con la técnica del picado. Unas tiras hechas de papel con los colores que faltan y listo!!! 


Una banderita canaria hecha con texturas. Blanco arroz, azul trocitos de papel y amarillo, millo. Cola en la base, extender el material, dejar secar y añadir una capa de alquil (producto de manualidad para fijar y dar brillo). Inconvenientes: tamaño (me pasé de grande) y peso (pesa una barbaridad!!!).

Y para terminar, unas pintaderas de barro (de manualidades) y unas "ayuditas" como moldes para hacer los círculos concéntricos. 


martes, 3 de junio de 2014

Ir al trabajo versus ir a trabajar

(fuente: gmcrh.mx)

Parece una tontería de las mías pero no lo es. Existe una gran diferencia entre ir al trabajo e ir a trabajar y no solo semánticamente, hay una diferencia de intenciones.

Mientras que el primero entra a la nueve (y si puede ser con retraso, mejor que mejor) y sale a las dos (si es con adelanto, mejor que mejor), el segundo llega antes de las nueve y se va después de las dos.

El primero todo le parece bien, el segundo se cuestiona si es del todo adecuado.

El primero no tiene ganas de estar cambiando lo que se ha hecho hasta entonces, el segundo está tan aburrido de lo mismo que desea un cambio.

El primero repite lo mismo una y otra vez, el segundo busca otras formas de hacer lo mismo.

El primero se sienta en las reuniones, el segundo toma notas.

El primero nunca tiene tiempo de hacer nada, el segundo busca un segundo para hacer algo.

El primero da la espalda en el patio, el segundo observa todo lo que ocurre.

El primero cierra la puerta, el segundo siempre la abre.

El primero siempre tiene un comentario de incredulidad a punto, el segundo siempre apuesta por avanzar.

El primero cuenta los días, el segundo los vive.

El primero cree que por acudir a su centro de trabajo está cumpliendo con su labor, el segundo entiende que su labor solo se justifica con el trabajo.

Ir al trabajo conlleva una serie de posturas ancladas en la desgana mientras que ir a trabajar supone una intención de cambio, ¿en cuál te encuentras tú?