jueves, 27 de noviembre de 2014

Mundo ratios

(fuente: boletinnuestraclase.blogspot.com)
Como siempre y como tema recurrente, el mundo de las ratios en las escuelas llama mi atención y clama mi reivindicación. Hace no mucho, por medio de una red social eché un vistazo rápido a unos documentos del INEE, Instituto Nacional de Evaluación Educativa, lo resultados del TALIS (estudio internacional de la Enseñanza Secundaria) y al leer observo esto:
(fuente: http://www.slideshare.net/INEE_MECD/congreso-talis-beatriz-pont-presentacion-informe-internacional)
Y no pude sino echarme a reír porque si para que dé esa media en España, tiene que haber centros en donde solo haya un alumno matriculado. 

Rebuscando y leyendo me encuentro esta información sobre las ratios en la Comunidad Autónoma de Canarias, y solo puedo echarme a llorar.


Sé de centros que aumentan los ratios "mínimos" por miedo a que eliminen unidades y con ello, recursos, porque saben que pueden convertirse en el nuevo colegio a eliminar de la oferta educativa de la zona. Conozco clases de infantil de 3 años con más de 20 alumnos, con lo complejo que es trabajar con esos niños que pisan un centro educativo por primera vez. Conozco institutos en los que no hay sillas para todos los alumnos que están inscritos al nivel. Y sé que ningún profesor cree que el número de alumnos en la etapa de la educación básica deba superar la docena.

No cuando lo que se busca es la calidad educativa, la personalización del aprendizaje y la educación individualizada. Esas grandes palabras que rondan una y otra vez en más de un discurso pero que nunca han pisado una clase.

Y si nos metemos en el ámbito de la atención a la diversidad... ya es para deprimirse del todo. Dejan de ser prioritarios, se dejan sus necesidades a atrás y se sigue fomentando eso de la integración física pero no la inclusión real. Esa en donde forme parte de un todo, en donde su estilo de aprendizaje también se tiene en cuenta y enriquezca. 

Nunca llegaremos a una calidad en la educación, hasta que se bajen las ratios. Hasta que se entienda que no es un capricho, si no un requisito más para realizar un buen proceso de enseñanza-aprendizaje.

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