Se acerca
de forma sigilosa el final de curso. Ese momento tan deseado y la vez tan
denostado por todos los profesores pues supone un enfrentamiento directo con la
inmensidad de documentos oficiales ha completar, rellenar y/o modificar con el
fin de dejar todo atado, y bien atado, para el próximo curso.
Y en el
aula de apoyo a las neae, nos toca completar el archi-famoso anexo III,
complementando y valorando todo lo desarrollado en estos nueve meses. Para
poder hacer este trabajo creo que hay que partir de una idea básica: DEBE SER
UN DOCUMENTO FUNCIONAL Y PRÁCTICO. Sino… se convertirá en un testamento que
nadie tiene tiempo de leer, de revisar y/o utilizar.
Nuestra
fuente de información debe ser la adaptación curricular que hemos elaborado a
principio de curso. En este documento debe aparecer:
-
La información más
importante y relevante del pre-informe y/o informe psicopedagógico (tipo de
neae, necesidades educativas, estilos de aprendizaje, etc.)
-
Programación de las áreas
adaptadas (objetivos, contenidos, criterios e instrumentos de evaluación, etc.)
-
Programación de los PEP
que se van a desarrollar objetivos, contenidos, criterios e instrumentos de
evaluación, etc.)
Y como
este documento es abierto y flexible, podemos ir incluyendo los avances del
niño de forma trimestral. De la forma más eficiente posible, pues no
pretendemos que sea un tostón.
Teniendo
todo esto bien organizado, solo nos queda coger el modelo del anexo III y
sentarnos a rellenar. Determinando si las medidas han sido adecuadas, eficaces,
suficientes, etc. siendo lo más profesionales posible pues el futuro de un niño
está en juego.
La parte
complicada, es ser lo suficientemente disciplinado para ir anotando todas
aquellas modificaciones que se van produciendo a lo largo del curso escolar, a
todos los niveles (metodológicos, de recursos, de fuentes de información, con
la familia, los tutores, el niño, etc.) y que no se nos quede por el camino por
el correr de los días.
Ánimo y suerte!!!
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