El aula de apoyo debe ser un centro de recursos que nos ayude en la atención del alumnado con neae. Debe ser un lugar en donde podamos encontrar todo lo necesario para realizar nuestro trabajo. Un lugar en donde podamos crear, si es necesario, ese material que no encontramos editado por ningún lugar.
Partiendo de esa idea, es lógico pensar que nuestra clase debe ir más allá de los cuadernillos de las diversas materias que recuperamos de otras clases (tema que abordaré más adelante). Por ello, hay que nutrir el aula de apoyo a las neae de materiales específicos que permitan el aprendizaje.
1º Materiales básicos
Como muchos sabrán al inicio del curso escolar debemos conocer el nivel competencial y/o referente curricular del alumnado que vamos a atender. Además del Informe Psicopedagógico, que nos aportará información diversa, podemos realizar una prueba inicial de nivel. ¿En qué consiste? En una prueba evaluativa (lo de examen, ya no se lleva) según el nivel o ciclo del que parte el alumno para observar qué conceptos o contenidos domina y cuales no. Recordar que dichas pruebas deben ajustarse a cada alumno/a así que no podremos pasar una misma prueba a todos salvo que coincidan, realmente, en el nivel.
Este material puede solicitarse al Departamento de Orientación o en su defecto, podemos acudir a webs que nos aporten dicha documentación o nos permita elaborar nuestra propia prueba evaluativa como pueden ser AulaPt u Orientación-Andújar.
Del mismo modo deberemos tener encuestas o test básicos que nos permitan determinar, en primera instancia, nuestras sospechas para posteriormente remitir al Departamento de Orientación. Son esos test que nos permiten saber, si realizar pruebas diagnósticas, si un alumno presenta TDAH, TGD, problemas visuales, auditivos, etc... algunos podemos encontrarlos en los manuales temáticos que señalo en el post anterior o podemos preguntar por ellos al orientador de centro.
2º Materiales específicos
Con la nueva normativa de especial para Canarias, nuestra labor en el aula de Apoyo a las neae da un paso más allá y comenzamos (aunque algunos siempre lo hemos hecho) a trabajar aspectos previos y/o específicos. Estos aspectos hacen referencias a necesidades que presenta el alumnado y que también debe ser trabajado con el fin de mejorar rendimientos o capacidades.
Para algunos será reforzar aspectos espacios-temporales, para otros la atención, para otros la memoria, para otros el autocontrol o las autoinstrucciones, para otros las habilidades sociales, etc... y por ello que debemos adquirir materiales específicos que nos ayuden en esta tarea.
Unos ejemplos pueden ser estos dos materiales que he utilizado a lo largo de mi experiencia profesional.
(picar para ampliar)
Los Programas de Activación de la Intelegencia (PAI) o los cuadernos de habilidades sociales que se encuentran en el mercado editorial nos pueden ayudar a diseñar nuestros PEP o a orientarnos en cuanto a la secuencia a seguir en nuestra atención educativa.
Gracias al trabajo editorial podemos encontrar variados y diversos materiales que trabajan estos aspectos desde distintos enfoques, solo tenemos que elegir con criterio.
3º Materiales de elaboración propia
En ocasiones, por no decir la mayoría, nos encontraremos con la necesidad de adaptar el material que encontremos según las necesidades del alumnado. Principalmente, me refiero a concretar, explicitar, resumir o aportar información visual. Y es para ello que necesitamos de aprender a dominar cuatro elementos básicos del word y elaborar materiales como estos:
(picar para ampliar)
Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de lo importante que es aportar al alumnado con neae información útil, fácil de recordar o reconocer. Y una forma de lograrlo es utilizar un lenguaje sencillo, claro, explícito y aportar imágenes que podamos asociar y recordar para siempre. Ya saben que se recuerda más lo que se ve que lo que se oye.
Bueno, hasta aquí la segunda parte.
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