lunes, 13 de febrero de 2012

Organizarse es la clave

(fuente: ameliacalot.es)
Empezar en un nuevo destino supone algo más que recibir de las manos de la administrativa el nombramiento. Empezar supone en un primer momento un poco de locura, transitoria, que poco a poco va tornando a la calma y al control.

Para no quedarnos como la señora de la foto, ahogados por los papeles (y ya sabemos como se las traen a veces los informes psicopedagógicos o los expedientes de algunos alumnos-que deberían estar en en formato digital directamente para salvar algún que otro árbol-), lo mejor es empezar por el principio y graduar prioridades.

Si el docente no tiene conciencia de los materiales que tiene en su clase, no conoce dónde se esconden los materiales manipulativos y desconoce las características de sus alumnos, apaga y vámonos, porque si el docente no tiene su mente en orden poco podrá trasmitir a sus alumnos.

Orden y prioridad. Dos palabras que ayudan a no agobiarnos con aspectos de nuestra puesta en práctica, nos ayuda a ir haciendo poco a poco, pero sin pausa, nos ayuda a ir conociendo todas las posibilidades que se nos brindan en cada sesión.

Olvidemos por un momento, lo que se ha hecho o no se ha hecho (tema a parte), y decidamos qué queremos conseguir, qué necesito para alcanzar mis objetivos y cómo voy a lograrlo. No es más que trazar un plan, e ir a por él.

Para los que aún no lo ven del todo claro les remito a unas entradas que hice hace tiempo sobre las primeras veces en esto de la educción (I y II).

Con menos agobio que al principio, un saludo para todos.

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