jueves, 23 de octubre de 2014

Orientaciones para novatos III

(fuente: quedateaki.co)

Cuando hablo de novatos no pretendo hacerlo de manera despectiva, sino como una forma de definir a aquellos que fuimos estudiantes de magisterio o empiezan a trabajar en esto de la Educación, de verdad, en un centro educativo real. ¡Qué perdidos nos sentimos en un principio!, ¡qué de dudas nos asaltaban en cada jornada escolar!, cuántas inseguridades nos rondaban... y tal vez les sirva de consuelo escuchar que algo de eso no se pierde nunca en esto de la educación.

Cada vez que se comienza en un nuevo destino, es un volver a comenzar, un volver a consultar dudas, buscar recursos, resolver cuestiones pero sobretodo, un proceso de conocimiento de la idiosincracia del centro escolar en el que te ha tocado trabajar. Pues al igual que tú no les conoces a ellos, no sabes de sus victorias y derrotas, de sus esfuerzos y conocimientos, ellos tampoco saben nada de tí, eres un novato aunque no menos válido que los demás. A través de la observación, de la escucha activa, del lenguaje corporal e incluso del sentir las energías de las personas que serán tus compañeros el tiempo que estés allí, irás aprendiendo, conociendo, deduciendo y tomando tus propias decisiones.

Como sucede en todos los trabajos habrá cosas que te gusten y otras que te motiven menos, habrá compañeros con los que empatizarás, descubrirás formas de dar una clase que te impresiones o otras que te decepcionen pero eso también forma parte del proceso de aprendizaje, como estudiante de magisterio y como docente, pues como siempre digo: de todo se aprende, aunque sea a no hacerlo como ellos.

Los estudiantes de magisterio están en un proceso de aprendizaje, en un proceso de formación académica para ser unos buenos profesionales pero tengo una sorpresa para ellos, ese sentimiento nunca debe desaparecer pues siempre, SIEMPRE, se está en proceso de aprendizaje. Descubriendo por medio de la vivencia, por medio del aprendizaje vicario o por medio de la actualización constante que la formación y el aprendizaje no termina cuando se posee un título universitario o un máster (del  universo), nos acompaña por deformación profesional.

Un docente debe ser un estudiante constante, sumando experiencias y conocimientos en todo momento.

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