Un día perfecto comienza cuando ignoras cualquier referencia a la mala suerte.
Un día perfecto comienza cuando sonríes y dices bien alto: ¡Buenos días! y responden los demás.
Un día perfecto está llegando cuando todos respetamos nuestro sitio en la fila.
Un día perfecto está llegando cuando respetan el turno al hablar.
Un día perfecto aparece cuando los más tímidos recitan palabras a la primavera.
Un día perfecto aparece cuando se oye claramente: ¿Quiero agua?
Un día perfecto ha llegado cuando los niños escuchan a la seño.
Un día perfecto ha llegado cuando todos comprenden lo dicho.
Un día perfecto se siente cuando los niños se acercan a tí para jugar.
Un día perfecto se siente cuando notas el abrazo de aquel, de ese, sí, de ese tan especial.
Un día perfecto se siente cuando, a pesar de la regañina, se despide al marchar.
Un día perfecto es cuando a pesar de todo, sonríes al terminar.
Un día perfecto es cuando sientes que ser maestro es, quizás, la mejor elección.
2 comentarios:
Todavía más perfecto si esos alumnos se acercan de uno en uno, no todos juntos...Y más perfecto todavía...Que sea el mes de Julio o Agosto :-)
Jejejeje, hoy parece que no estoy de buen humor jejeje
Saluditos guapetona
Noemí
Te entiendo Noe, te entiendo.
Un fuerte abrazo para que se te anime el humor.
Besos
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