Este fue el resultado. Decidí ambientar un poco el centro colocando unos carteles siniestros por las escaleras, a la vez que señalaba a los padres el camino para llegar al teatro.
El teatro se decoró con:
- cenefas hechas con dibujos de miedo (sacados de ordenador) pintados por los niños a su libre albedrio
- una caja pintada de negro con una calabaza en el centro para dar terror
- la mano cortada con papel de periódico, el caldero de bruja también con papel de periódico y los ojos con pelotas de ping-pong y tiras de globo (intenten levantarse temprano los fines de semana y vean Art Attack)
- el pasillo se puso una cortina de tiras negras (una bolsa de basura cortada en tiras) y un móvil lleno de fantasmas (cartulina, tanza, temperas y mucha imaginación por parte de los niños y niñas)
- Las arañas de las escaleras se hacen con lana de color negro y las sillas se cubrieron con bolsas de basura
Los disfraces de los niños y niñas se señalaron a los padres a través de un pequeño dibujo y siempre teniendo en cuenta que pudieran utilizar ropas que tuvieran en casa y evitar por todos los medios el comprar uno...
Y con un poquito de aquí, un poquito de allá, luces, cámara y acción.
Puedo decir que los niños y niñas salieron muy contentos ese día.
Y hasta aquí mi experiencia en los talleres.
Hasta pronto
No hay comentarios:
Publicar un comentario