jueves, 2 de diciembre de 2010

Hábito lector en secundaria

(Fuente: espaciolibros.com)

El otro día hablando con una compañera del instituto llegamos a la conclusión de que fomentar lo que se dice fomentar el hábito lector en secundaria como que no se logra demasiado.


Primero, porque los alumnos están sufriendo una serie de síntomas que no le permiten ver más allá de sus propias circunstancias.


Segundo, porque no hablan nuestro mismo idioma, y no hago referencia a otras lenguas extranjeras, sino que su propia jerga llega a ser totalmente opuesta a la que usa el adulto.


Tercero, porque sus intereses aunque amplios también limitados, centrándose en ciertos ámbitos de forma crónica.


Cuarto, porque cuando se ha pasado la barrera cuesta ponerse en el lugar del otro.
Y quinto, porque, admitámoslo, los niveles lectores y de comprensión son bastantes bajos.


Dentro de las programaciones existen objetivos específicos sobre lecturas obligatorias por niveles y por trimestres, incluso, pero no creo que provoquen lo que deben de hacer, aumentar el hábito lector y por consiguiente, la evolución del individuo. ¿Por qué?


Porque cuando nos obligan a algo sin poder elegir nos parapetamos en la negación. Ellos, nosotros y cualquiera que viva en esta sociedad actual en donde la palabra obligación o prohibición provocan urticaria sistemática.


¿Tienes una solución? No lo sé, pero una idea sí.


Existe una teoría de niveles aplicable a muchos ámbitos. Esta teoría hace referencia a la existencia de 3 posibles: mínimo, medio y óptimo.
Cuando hablamos de mínimo quiere decir, que con eso hemos hecho algo, de nada pasamos a un ALGO.
Cuando hablamos de medio, que nos implicamos algo más, nos esforzamos en mejorar los resultados anteriores pero sin llegar a "poner toda la carne en el asador"
Cuando hablamos de óptimo o máximo, sería el ideal, es el resultado que mejor podemos aportar después de revisar y evaluar nuestro trabajo. Supone el grado supino.


¿Por qué no aplicar el mismo criterio?
Determinar lecturas trimestrales en donde el alumnado pueda elegir entre 3 títulos, de los cuales ofrece una dificultad lectora variable.
Un título mínimo, en donde el alumno se sienta cómodo, que no sienta que la lectura "le come el coco", de intereses cercanos a su realidad, con lenguaje directo y sin demasiados giros inesperados.
Un título medio, se da un paso más, se adentra el lector en una trama un poco más profunda, con un lenguaje un poco más elaborado, con temas variados pero que no dejen de ser interesantes.
Un título óptimo, aquel que debería leer ajustándonos al nivel educativo, edad, capacidad crítica, capacidad lectora, etc... que también hay alumnos que llegan ehhh!!!
De este modo creo que el docente casi se asegura que el 90% de su alumnado lea al menos 3 libros por curso académico.
¿Qué elige todos los de niveles mínimos? Que más da si lo que pretendemos es que lea y que adquiera el hábito lector. Ya tendrá tiempo para aumentar el grado de dificultad.
De este modo creo que el alumno aumenta su capacidad lectora y su implicación al topar con lecturas interesantes, de su interés, con un lenguaje ajustado a sus posibilidades. Se motiva.
De este modo creo que el sistema educativo avanza hacia otras formas y otros medios pero con un mismo fin.


Pero claro, para ello hay que sentarse, escuchar al alumnado, debatir, tomar decisiones y darle movimiento a las bibliotecas, comenzar a modernizar su visión, dejando participar al alumnado en ese proyecto pero sobretodo, tener ganas de acercar la lectura de una forma real. Ahhh se me olvidaba... y un presupuesto.
¿Crees es utópica mi propuesta? ¿TÚ QUE HARÍAS?

2 comentarios:

Mi colegio Adán dijo...

La Comunidad Educativa de nuestro colegio quiere felicitar a todos los blogs amigos que nos han acompañado durante el año, tú has sido uno de ellos y te damos las gracias. Tienes tu felicitación navideña en nuestro blog.

Feliz Navidad

Noemí y el resto de la Comunidad Educativa

Blen dijo...

Muchas gracias guapa y al resto de componentes de la super comunidad educativa. Felices fiestas!!!!