Mi aula (de infantil) ideal Parte II

Aquí está la segunda parte de mi aula ideal... ¿por dónde iba? Ahhh síiii

RINCONES variables. Aquí se produce un poco de movimiento a lo largo del curso. En mi aula ideal algunos rincones iniciales irían despareciendo para dar lugar a otros que fomenten la creatividad y aprendizaje del alumnado. Indistintamente de la edad, podemos comenzar con los clásicos: casita, construcciones, coches.

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Para ir ampliando hacia: la biblioteca, las pinturas, los disfraces. Para seguir pasando a rincones específicos y variables que sigan las temáticas de las unidades didácticas (animales domésticos, animales salvajes, las profesiones, plantas, partes del cuerpo, etc...). Consiste en ir ampliando experiencias, vivencias en la dinámica diaria y no de repetir de forma crónica los mismos patrones. Truco: introducir los rincones temáticos al mismo tiempo que la unidad didáctica y... si triunfan quitar otro que ya no llama tanto la atención.

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NORMAS a la VISTA. En el aula necesitamos que los niños aprendan, recuerden e interioricen unas normas que nos son básicas para poderles enseñar ¿verdad? pues vamos a ponerlas a la vista, en formato grande y las vamos a recordar de forma sistemática. Esto es muy importante al igual que sancionar siempre. Primero unas pocas pero podemos ir ampliando según las necesidades del grupo clase. Por supuesto, aquí también incluimos esas consignas visuales que solemos usar, ¿qué sería de nosotros sin esa foto de los papeles dentro de la papelera? o ¿ese imagen en donde un niño cierra un grifo?. Todo es mejor si lo vemos y lo oímos ¿verdad?

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OJO al MATERIAL. Prestar atención al estado de los juguetes o constatar la calidad de algunos materiales de trabajo son igual de importantes que mantener una clase limpia y fuera de peligros. No podemos mantener lápices sin afilar, ceras estropeadas, rotuladores sin tinta, etc... Suponen tres minutos para el docente y un cambio abismal (en algunas ocasiones) a la hora de pintar o de escribir.

MOMENTO para ti. En esta carrera de fondo en que puede llegar a convertirse un curso escolar, no podemos olvidar buscar, en la rutina diaria, un momento de distensión con los alumnos. Cinco minutos como mucho que podemos dedicar a disfrutar de la compañía de los niños, de escuchar sin prisas, de reír con sinceridad, de crear ese vínculo que nos permita ser modelo de referencia. Ideal antes de marcharnos. Hablamos, cantamos, contamos algún cuento o bailamos como monos. Sin pensar solo disfrutar. Es una de las mejores recompensas después de una larga y dura mañana.

A ver... sí... creo que ya lo he dicho todo. Bajo la premisa "menos es más", no solo evitaremos abigarrar el aula de carteles anecdóticos (que raro me resulta ver imágenes a las que nunca se hace referencia o ver las cosas del otoño en pleno verano), sino que también estaremos ayudando, aunque no lo creamos, al alumnado con neae.

El uso de imágenes visuales, la delimitación clara de espacios y tiempos, la baja probabilidad de distracción, el aprendizaje explícito de normas y procedimientos son aspectos claves y básicos para cubrir las necesidades educativas del alumnado desde el grupo-clase.

Espero que sus aulas ideales tengan algo en común con la mía. ¿Me lo cuentas?