Como ya sabeis mi pasión por los cuentos, las leyendas y las historias es tal que en más de una ocasión, he dedicado mi tiempo a animar a los pequeños a que conozcan el misterio que encierran esos pequeños objetos llamados LIBROS.
En esta ocasión, la sospresa me la he llevado yo al ver la estupenda labor que han realizado mis compañeras de trabajo. Pasito a pasito, idea tras idea han conseguido crear el mejor ambiente (que me haya podido topar) para contar las mil y una aventuras.
¡Al abordaje mis piratas! gritan en el barco.
¡Guau! ¡Guau! ladra el perro entre las flores.
Con papel para empapelar paredes con motivos evocadores se decoraró la estancia, unas cuantas alfombras (lavables) para el suelo, algunos cojines para estar cómodos, unas estanterías visuales (están también en IKEA) para colocar nuestros tesoros...
¡Qué gustito se está aquí!
Pequeños detalles que hacen grande este lugar que poco a poco se convertirá en el núcleo del centro, ya verán, tiempo al tiempo.
Un lugar de honor para el cuentacuentos debe ser esencial, así como un buen baúl (sí, la casita de la abuela lo es) son esos detalles que marcan la diferencia.
Ay como me gusta.!!!!
Ya ven, con cuatro ideas, cuatro cosillas y un montón de ilusión se consigue taaaantas cooooosasss!!!
P.D. de verdad, existe. Lo pueden encontar en la Escuela de Educación Infantil Boliche, en Gran Canaria.
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