Nadie nace aprendido pero sí con la capacidad para aprender y cuando nos enfrentamos a un nuevo reto no hay nada como poner en marcha esas Competencias Básicas (jajajaj) e intentar hacerse con una idea global y general.
Para ello, será mejor empezar por el principio y acudir a las fuentes más fiables, la normativa. Yo acudí al dios "google" que todo lo encuentra (aunque a veces a base de mucho rebuscar) y encontré esta dirección de la Consejería de Educación de la comunidad de Canarias.
(http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/webfp/html/pcpi.html)
En donde no solo aparece la Orden por la que se regula los programas de cualificación profesional inicial en la comunidad de Canarias, sino que también ofrece a los más interesandos la Orden por la que se establece el currículo de estos programas de formación. En formato pdf podemos encontrar ejemplos o modelos curriculares de los distintos PCPI, que engloban los PCA (adaptados a alumnos con neae), PCE (conlleva alcanzar el título de Graduado en ESO) y los PCP.
En el caso que nos ocupa, los PCA están organizados por módulos, distinguiéndose dos tipos:
a. Módulos específicos: compuesto por sesiones específicas en donde se profundizará sobre la rama elegida así como orientaciones laborales
b. Módulos de carácter general: compuesto por sesiones más generales en donde se trabajarás dominios básicos y necesarios para ser autónomos (comunicación oral y escrita, cálculo, conocimiento del medio que nos rodea, comprensión de la sociedad actual, idiomas a un nivel muy práctico, etc.)
¿Qué tiene de particular esta opción? Es una oferta educativa posible para el alumnado que, incluso teniendo quince años, no haya podido acceder al Graduado en la ESO y presenta una discapacidad.
¿Qué supone? Partir de unos niveles competenciales y ritmos de aprendizaje muy dispares y unas necesidades educativas especiales derivadas de déficit que hay que tener en cuenta a la hora de dar respuesta con nuestra actuación educativa.
¿Qué implica? Partir de un concepto de educación en donde todos tienen cabida, es decir, de un concepto de educación inclusiva y como no, ser sensible (que no es lo mismo que compasivo) con las características propias y particulares de cada alumno.
Las sesiones pueden organizarse de muy diversos modos, de ello dependerá de lo recursos que se posean, de la capacidad que tenga el docente de hacerlo lo más vivencial y experiencial posible (lo que supone sí o sí, horitas de trabajo) y como no, la compatibilidad de temperamentos.
Una vez tenemos estos datos claros, solo es cuestión de ponerse a ello y aprender a base de los errores.
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